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martes, 11 de diciembre de 2012

PAPÁ






No sé si mi mente habrá creado una historia para no sufrir remordimientos, o si en verdad fui un buen hijo para él. Lo que sí es verdad, es que al menos él siempre me hizo sentir que lo era, y prefiero tomarlo como una media verdad que ya no será posible desmentir.

Aún puedo sentir el olor a cigarrillo que emanaba su ropa y objetos personales. Lo puedo escuchar hablar de filosofía, de política, de fútbol, de box o de literatura con el entusiasmo de un niño. Aún escucho sus carcajadas cuando le contábamos las gracias de nuestros compañeros de trabajo o de estudios. Puedo ver también, el brillo en sus ojos cuando rompía la envoltura de los paquetes de libros que traía de la calle, el mismo brillo de cuando contemplaba embobado a mamá cuando ésta forraba sus libros con prolijidad. Puedo escuchar también sus rabietas cuando alguien tomaba sus sencillos objetos de culto, es decir: sus lápices, su tajador, su máquina de escribir, sus sellos y su tampón, algo más graves eran esas rabietas si encontraba algún espacio vacío en su biblioteca sin ser consultado. Pero nunca pasaron de tres o cuatro carajos, nunca llegó a los insultos y mucho menos a los golpes. Recuerdo también nuestras largas caminatas por el centro de Lima, siempre de librería en librería, de café en café, y lo interminables y amenas de nuestras conversaciones, ya sea en el dormitorio, la sala, el café, o simplemente caminando sin destino fijo.

Todo esto se me viene a la mente, lo veo al frente mío, lo abrazo, lo beso, él me sonríe tiernamente, y mi garganta se cierra, la voz se me apaga, me tiemblan los labios, mis ojos se humedecen y no quisiera que se vaya nunca.


MAURICIO ROZAS VALZ


6 comentarios:

  1. Llegué aqui por el twitter y porque apenas lei la palabra papá tenía que ver de que se trataba. El mío partió para siempre hace exactamente 7 meses y 26 días y esta será la primera Navidad sin él, mi héroe de siempre. No hay día que no piense en él y trate de disimular mis lágrimas, son las alergias digo, lo cierto es que lo extraño muchisimo. Las personas no entendemos mucho el dolor del duelo, sólo cuando lo vivivimos no? Y de eso nunca estaremos libres. Grande pa!

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  2. Es cierto cuando dicen que los padres son el modelo a seguir de los hijos y cómo se nota que tú eres todo lo que tu padre te inculcó. Vaya, hiciste que recordara a mi padre que lo perdí cuando yo tenía solo 16 años, hace mucho tiempo atrás, y la forma como lo recuerdo es leyendo muchas novelas de Agatha Christie o de vaqueros, llenado sus crucigramas del Comercio, comprando todas las colecciones de historia o literatura que sacaban los diarios, para nosotros sus hijos que estábamos en etapa escolar. No tuve la dicha de retribuirle nada de lo que hizo por nosotros, porque se fue tempranamente, pero siempre lo recordaré como un padre bueno y sacrificado. Hermoso tu relato Mauricio, me hiciste lloriquear un poco. Un abrazo.

    Gloria Murillo V.

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  3. Los recuerdos son así, borrosos, ideales, tiernos, y a veces lacrimógenos, y son eso precisamente, recuerdos imborrables, que atesoramos ante la ausencia, ante el silencio eterno. Y nuestros padres, son así, se quedan para siempre, en nuestros corazones, donde el niño siempre yace, en espera de una mano fuerte y amorosa. Muy lindo Mauricio. Silvia Rivera Iberico

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  4. Gracias por eso, querida Silvia. Compañera antitaurina.
    Abrazos

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