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sábado, 13 de octubre de 2012

EL IMBÉCIL





El imbécil tenía ya seis años y seguía tomando la leche en biberón. A los catorce seguía viendo los Thundercats con entusiasmo y les decía a sus amigos que él era Leono. Cumplió veinte y era presidente del club de fans de Magneto y pertenecía a una comunidad de cultores de Star Wars. 

El imbécil también fue jefe de los Boy Scouts y era el orgullo de papá y mamá, quienes estaban muy seguros que su adorado hijo era el más listo del salón. El imbécil terminó el colegio con regulares calificaciones e ingresó a la universidad al primer intento. Estudió ingeniería comercial y se especializó en márketing. 

El imbécil se casó a los veinticinco años con su segunda novia, quien era un poco menos imbécil que él y con quien compartía profesión, aficiones y gustos. No se perdían una sola de las películas de la saga de Star Wars ni de las de Rambo ni de las de Rocky ni de las de Harry Potter ni de las de Mi Pobre Angelito; es decir, no se perdían una sola cagada que pudiera salir.

El imbécil se creía muy inteligente porque se compraba absolutamente todos los libros de autoayuda, motivación y coaching que pudieran salir; y los leía con gran atención y empeño para comentarlos con su imbécil esposa con gran entusiasmo; también, por ello, estaba seguro de ser muy leído y de saber mucho de cine.

El imbécil y su esposa se compraron a crédito una camioneta 4 x 4 de lujo y cero kilómetros que les significaba destinar dos tercios de sus ingresos. Una vez estrenada, le instalaron un equipo de música muy costoso en el que escuchaban a todo volumen sus discos de Elvis Crespo, JLo, Tego Calderón, Daddy Yankee, Lady Gaga, Olga Tañón, Grupo Cinco  y Los Hermanos Yaipén. 

El imbécil se creía muy astuto y se ufanaba con sus amigos de ser infiel y un mujeriego sin remedio porque se vivía en burdeles, e incluso se hizo amante de una prostituta, quien le sacó dos viajes a Miami y una lap top para su hijo de catorce años.

Llegó la tecnología al imbécil y se compró una lap top, un Iphone, un Smartphone y un Blackberry; abrió su cuenta de Facebook y a partir de ahí … su vida cambiaría para siempre: tomaba desayuno mirando  el facebook en su blackberry, tomaba una foto con su Iphone a sus huevos revueltos y en tiempo real la colgaba en su cuenta de facebook y escribía al pie: yamyam… ricos mis huevos… luego tiraba con su esposa mirando su smarthpnone de reojo con la mano izquierda, terminaba, se subía el pantalón rápido y se iba corriendo al baño a escribir en su muro de facebook: ahhhh… qué rico polvo me he tirado… ahh… luego se bañaba con una mano fuera de la ducha viendo otra vez el facebook en su blackberry. 

Llegaba a su oficina, prendía su computadora y miraba su facebook; revisaba las fotos de sus amigas y escribía comentarios: lindaaa  tu gorda primitaaaa… está para comérsela… jajajajaaja, muchachos almorzamos en Tanta… yeeeee… Llegaba la hora de almuerzo y se sentaba a la mesa con algunos compañeros (imbéciles todos). Mientras almorzaban, todos hablaban con su blackberry en la mano izquierda y con la derecha intercambiaban bocados con revisiones de facebook en el Smartphone; nuevamente el imbécil sacaba una foto a su cebiche con su Iphone y escribía: yamyam… qué rico mi cevicheee… por ahí le daba por filosofar y ponía frases como: cuando hay amor… las palabras sobran, si no eres parte de la solución… eres parte del problema, la felicidad está en dar… no en recibir… y otros imbéciles le respondían por la misma vía escribiendo: muy cierto amigo… sabias palabras, síiiiiiii te quiero mucho amix… besooooos, ‘el amor está en el aire’ es tirarse un pedo y que a tu pareja no le importe… y etc. 

Luego el imbécil regresaba a su oficina con sus compañeros, ninguno cruzó palabra, todos hablaron por sus blackberrys y revisaron sus facebooks en su Iphones o Smartphones. Una vez en su oficina, el imbécil entraba a cagar al baño, y mientras cagaba también hablaba por su celular con la mano izquierda y con la derecha mandaba mensajes de texto por su Iphone; luego dejaba el Iphone para limpiarse, le tomaba una foto a la mierda y la pegaba en el facebook y escribía: ahhhh… qué buen cague, buenazo. 

Luego el imbécil tuvo su primer hijo, quien heredó de sus padres lo de imbécil en igualdad de  proporciones; es decir, sumado lo imbécil de su padre y lo medio imbécil de su madre… sumaba imbécil y medio, la mitad de eso daba exactamente tres cuartos de imbécil… eso exactamente era el niño. Un poquito menos imbécil que su padre y un poco más imbécil que su madre. Aún no cumplía un año el imbecilito y sus padres lo mandaron al kínder más caro de la ciudad, no importaba si para ello tuvieran que firmar muchas letras… lo importante era que su imbecilito tenía que rozarse con lo mejorcito de la ciudad y asegurarse también el ingreso al colegio más caro.

Para esto, tanto el imbécil como su imbécil esposa, todos los días colgaban en el facebook cientos de fotos del imbecilito en todas las poses imaginables. Y ponían al pie: mi gordo diciendo ta ta ta… mi gordo meando, más lindiiiii… mi gordo atorándose con el platanito, jajajaja… mi gordo buitreando la sopa… pechochooooooo… etc. Pasaron algunos años y el imbecilito había crecido, y por primera vez sus imbéciles padres escribieron en el facebook en simultáneo: … mi gordo al fin dijo ma  ma  ma  ma, y sólo tiene seis añitos, ¿no es un genio? Lo adoooooooooooro.  

La pareja de imbéciles no se conformaron con el imbecilito y querían encargar una imbecilita para tener la parejita, y así ser la familita imbécil completa. Tiraban parejito todos los días buscando la mujercita. Él encima de ella y mirando su Facebook en el Iphone que dejó en su almohada, mientras ella leía detrás de su nuca con atención sus revistas: Magaly TV, Hola y Cosas, según fuera el caso hasta que el imbécil termine, se baje, vaya al baño, mee, se acueste y se quede dormido. 

Quedó al fin la imbécil embarazada otra vez, estaban seguros que sería una mujercita, y en efecto así fue. No se podía saber a ciencia cierta si ella también sería una imbécil como sus padres y hermano, pero tenía la cara del padre (lo cual no daba muchas esperanzas). Para esto el imbecilito quería que le compren un perrito. Sus imbéciles padres le compraron un Snauzer negro muy bonito. Al fin el cuadro familiar estaba completo, listo para sacarle muchas fotos y colgarlas en el facebook: papá imbécil, mamá imbécil, el imbecilito, la –seguramente-  futura imbécil  y el perrito (este último era, por lejos, el más inteligente de la familia).

MAURICIO ROZAS VALZ

22 comentarios:

  1. Si todos y cada uno pudiéramos elegir el lugar, la familia y todo lo demás a la hora de nacer, sería todo tan distinto. Cada uno de los progenitores es responsable de todo lo que acontece posteriormente, ¿dónde y cuándo se perdió el camino?¿qué fue primero el huevo o la gallina?y ¿si hubiésemos nacido en otro lugar y otros hubiesen sido nuestros padres?

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  2. Que buena!!! Gracias Mauricio. Rosa.

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  3. Muy buena, Mauricio. Atte @DrUtterson

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  4. Muy buen analisis, plasma la idiosincracia de una sociedad chatarra como la que se vive en estos tiempos(salvo excepciones obvio) saludos atte. @dentauro1

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  5. Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia. Hay muchos que llevan así su vida, apariencias, figuretismos, banalidades, etc. etc etc. En otras palabras, vida de imbéciles. Ah pero me hizo reir de principio a fin, muy bueno Mauricio.

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  6. Ayayay, esto sí que está sacando ronchas, Mauricio despertando polémicas, cuántos hemos caído en algún momento en la descripción? presumo que muchos. Buena Mau.

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    1. Jajajajajaja, es cierto, Julia. Gracias como siempre. Abrazos.

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  7. Jajaja...Muy bueno, lo tomo con mucho humor, en verdad me quede pegado como nunca. En el fondo quiero ser un imbécil o medio imbécil, son más felices, cosa que yo no.

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    1. Que bueno que lo tomes así, Percy. Más de uno fue tan imbécil que no disimuló el sentirse identificado. Gracias por comentar, como siempre.

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  8. Seguramente el imbécil en un chispazo de lucidez postulaba al congreso y gracias a una gran cantidad de IMBECILES se volvía congresista.

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  9. Señor te doy Gracias porque en la época de mis padres No habia Facebook...y porque yo tampoco tengo...Gracias Señor!!!!....
    Buen articulo....Triste realidad...

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  10. Excelente enfoque de nuestra sociedad. Conozco a muchos personajes de esa índole; temo que son la mayoría.
    Edgar Cáceres
    ecaceres@procon.com.pe

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  11. Gracias por tu comentario, Edgar. Un abrazo.

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  12. Jajaja, he visto retratado a muchos de por aquí. @delurens

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  13. Gracias por tu comentario. Y sí, hay muchos.

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