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lunes, 22 de septiembre de 2014

CAFÉ HAITÍ









Me recuerdo en esta misma mesa
Hace diez, veinte y hasta casi cuarenta años
Yo bebo fanta y él café
Yo helado y él cigarrillo

Risotadas y bigotes
Voz sonora de fumador y olor a tabaco
Caminatas y periódicos 

Él adulto y yo niño
Él maduro y yo joven 
Él viejo y yo adulto

Seguimos caminando

Me pide que vaya despacio
Me toma del brazo y se apoya en mí
Sus piernas se doblan y me abraza para no caer
Sus brazos ceden, su cuello también
Su cuerpo cede, no resiste
Lo abrazo para que no caiga y me mira con pavor
Me pide ayuda y se me escurre entre los brazos

Lo demás es historia conocida
 
Llego a la mesa de siempre

Yo café con coca cola
Él nada porque ya no me acompaña
Yo adulto y ya sin él



MAURICIO ROZAS VALZ

10 comentarios:

  1. Así es la vida, por definición pasajera entre el nacimiento y la extinción.

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  2. La visita a lugares que alguna vez compartimos con un ser querido, ya no parecen ser los mismos, y por eso producen nostalgia.
    Muy bien Mauricio,
    Edgar

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  3. No necesito decir quien soy. Llegó tu poesia un domingo por la tarde justo cuando la necesitaba... Gracias. Nos vemos en el Haití

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  4. No necesito decir quien soy. Llegó tu poesia un domingo por la tarde justo cuando la necesitaba... Gracias. Nos vemos en el Haití

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  5. No necesito decir quien soy. Llegó tu poesia un domingo por la tarde justo cuando la necesitaba... Gracias. Nos vemos en el Haití

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