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martes, 25 de junio de 2013

SOY ANTITAURINO







Me hice antitaurino por un ejercicio de autoconsciencia, por vergüenza de género y por propósito de enmienda. NO me hice antitaurino por odio hacia lo español, pues a los españoles también les debemos muchas cosas buenas, entre ellas -y sólo para poner un ejemplo-  el idioma castellano y su maravillosa escritura, la cual nos permitió apreciar al maravilloso invento de los libros (instrumento clave de toda civilización). NO me hice antitaurino por complejos de inferioridad ni por resentimientos sociales. NO me hice antitaurino por querer quitarles una diversión a los ricos… NO, para nada, pues eso tiene doble moral, ya que dicen no querer que se maltrate toros, pero sí que apoyan a grupos subversivos  que anunciaban su llegada a los pueblos colgando a perros de los postes y que, en sus incursiones, mataban a cuanta criatura viva encontraban a su paso… pues yo, NO… yo NO me hice antitaurino para vengarme de nadie; NO me hice antitaurino porque quiero recibir dinero de ONGs internacionales y utilizarlo en fines para los que NO fueron enviados y luego negarme a rendir cuentas y además hacerme el ofendido. NO me hice antitaurino para utilizar esa noble causa con fines politiqueros que apuestan por la violencia de las armas… pues NO… yo NO me hice antitaurino por eso. Tampoco me hice antitaurino para sentirme moralmente por encima de nadie ni mejor que nadie. 

Me hice antitaurino, porque el sufrimiento animal me duele, me rebela, me lastima, me indigna, me subleva, me enfurece, me humilla, me insulta, me ofende y me denigra. Me hice antitaurino porque los animales me importan, porque su indefensión me conmueve y siento que es mi obligación hacer algo. Es eso, sólo eso porque soy antitaurino. 


MAURICIO ROZAS VALZ

2 comentarios:

  1. Qué maravillosamente expresado Mauricio. Todo lo que dices es el sentir de los que amamos a los animales, los que sufrimos la impotencia de no poderlos librar de tanto martirio, de ver tanta indiferencia, de saber que nuestras autoridades hacen oídos sordos de nuestros reclamos, total a ellos ni les importa porque ni siquiera la lucha hacen. Qué tristeza! Hasta cuándo tendremos que seguir sabiendo de estas barbaries. Mientras, tendremos que seguir luchando, concientizando, informando y enseñando a los pequeños que el maltrato a los animales es una de las peores bajezas del ser "humano". Un abrazo compañero.

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