Me
encontraba en mi vieja rutina de hojear y ojear libros en una conocida librería
miraflorina, cuando de pronto entró una pareja de jovenzuelos con pinta de
universitarios clasemedieros. Él se llamaba Cris y ella Uchi. Ambos hablaban en
el mismo tono (muy alto) la misma jerga y caminaban con el mismo paso
desgarbado. Su conversación insufrible interrumpió y distrajo a los tres
feligreses que nos encontrábamos ahí en ese momento y fue más o menos así:
- Uchi: esta librería es re-mostra Cris, te la
recomiendo, hay cosas a-lu-ci-nantes… no sabes, es súper esta ‘libre’. Mi papi
me traía desde chiquita.
- Cris: anda flaca ¿franco? Chuuu, que loco tu
viejo… me cae de puta madre ¿sabes? Re-buena onda es tu viejito, y se le nota
capazo.
- Uchi: ah… y eso que no lo conoces bien, es un
genio. Te juro que no exagero, es un genio.
- Cris: oe… y… ¿qué habrá de bacán pa leer?
- Uchi: uffff… aquí podría quedarme a vivir… te lo
juro. Me da una penaaaaaa… cuando veo el reloj y me tengo que ir… no sabes, ¡es
que aquí el tiempo no pasa! Te lo jurooooo.
- Cris: ¡anda!... ¿franco?
- Uchi: síiiiiiii… es que no sabes lo que es… yo te
voy a enseñar.
- Cris: bacán flaca, ¡chévere!
- Uchi: Señoooor… señooooor… (llamando al
dependiente) ¿Tiene la Crítica a la Razón Pura de Kant? -sí, señorita,
enseguida- no sabes Cris lo que es este libro… es que no sabes… mi papi me
lo hizo leer a los doce años… ¡me cagó! Me-ca-gooooo. A partir de ahí… nunca
más pude dejar de pensar ¡nunca más! ¡Horrible!
- Cris: andaaaa flaca… ¿tanto así?
- Uchi: te lo juroooooo… es que no sabes lo que es
este libro, a-lu-ci-nan-te… recontra hiper súper chévere.
- Cris: ya pes… entonces, apenas mi vieja me mande
las fichas de Miami, vengo y me lo compro.
- Uchi: no te vas a arrepentir.
- Cris: puuuta, no te conocía esa faceta culturosa
flaquita… tú sí que tiras ah
- Uchi: señoooooooor… señoooooor… ¿tiene Tótem y
Tabú de Sigmund Freud? –dirigiéndose otra vez al dependiente- sí señorita,
enseguida-
- Cris: ¿y ese Freud, qué tal es? Por ahí escuché
que es medio enfermo ese viejo, que todo lo ve culeadera nomás ¿es así?
- Uchi: nooooooo… que tales ignorantes los que te
han dicho eso. Es mostrísimo. Un genio.
- Cris: ahhhh… tonces, también lo compraré cuando
me llegue el bille de Miami.
- Uchi: mi papi tiene cerros de novelas apiladas
que él ha escrito… te juro, son montañas… como unas cien novelas
aproximadamente. Son cerros…
- Cris: ¿y aquí las venden?
- Uchi: no pues… aún no las publica porque le da
flojera y dice que le quita tiempo, y que cuando se vaya a París las hará
publicar. Las está traduciendo al francés porque dice que los peruanos, los
españoles y los argentinos son unos envidiosos y seguro que se las copian.
- Cris: ah… inteligentazo tu viejito, ¡chévere ah!
- Uchi: Señoooooooor… señooooor… (dirigiéndose
nuevamente al dependiente) ¿tienen algo de Ogg Mandino? -Uhmmm, no señorita-
¿y ‘Las Mujeres que Aman Demasiado’?... tampoco señorita. Y ‘El Delfín’
de Sergio Bamabarén… tampoco señorita.
- Cris: y eso… ¿También es chévere?
- Uchi: sí, el otro día les di una hojeada en la
casa de la Meli. Estaban en el velador de la tía Cucuchi y me parecieron
bravazos…
- Cris: anda… ¿franco? ¿Y no hay: ‘Los Hombres que
Aman Demasiado’?
- Uchi: no lo sé… imagino que sí, pero mejor
vámonos. Esta librería está cagada… yo vine a comprar esos libros y no hay…
¡vámonos!
- Cris: ya pes, ni modo. Gracias señor
(dirigiéndose al dependiente)
- Uchi: Hasta luego señor (dirigiéndose al
dependiente)
La verdad es que no se si reir o llorar...tampoco se si comentar o mantenerme en silencio.....
ResponderEliminarComo que la flaquita anda involucionando pasar de Kant a Ogg Mandino :S
ResponderEliminarJajajajajjajaja, por Dios sin comentarios jajajajajjaja. Si esa es nuestra juventud, no quiero imaginar el futuro del país.
ResponderEliminarSon así, pero hoy en los colegios, pormlo menos mis hijos, veo que leen un poco mas, tengo cuentas en Amazon todos los meses, acá es imposible con los precios que tienen los libros. Saludos paisa.
ResponderEliminarQué bueno, paisa... eso habla muy bien de la educación que les das a tus hijos.
EliminarUn abrazo.