No sé si mi mente habrá creado una historia para no sufrir remordimientos, o si en verdad fui un buen hijo para él. Lo que sí es verdad es que, al menos, él siempre me hizo sentir que lo era, y prefiero tomarlo como una media verdad que ya no será posible desmentir.
Aún puedo sentir el olor a cigarrillo en toda su ropa y objetos personales. Lo puedo escuchar hablar de filosofía, de política, de fútbol, de box o de literatura con el entusiasmo de un niño, aún escucho sus carcajadas cuando le contábamos las gracias de nuestros compañeros de trabajo o de estudios. Puedo ver también el brillo en sus ojos cuando rompía la envoltura de los paquetes de libros que traía de la calle, el mismo brillo de cuando contemplaba embobado a mamá cuando ésta forraba sus libros con prolijidad. Puedo escuchar también sus rabietas cuando alguien tomaba sus sencillos objetos de culto, es decir, sus lápices, su tajador, su máquina de escribir, sus sellos y su tampón. Algo más graves eran esas rabietas si encontraba algún espacio vacío en su biblioteca sin ser consultado. Pero nunca pasaron de tres o cuatro carajos, nunca llegó a los insultos y mucho menos a los golpes. Recuerdo también nuestras largas caminatas por el centro de Lima, siempre de librería en librería, de café en café, y nuestras interminables y distraídas conversaciones, en el dormitorio, en la sala, en algún café o simplemente caminando sin destino fijo.
Todo esto se me viene a la mente, lo veo frente a mí, lo abrazo, lo beso, él me sonríe tiernamente, y mi garganta se cierra, la voz se me apaga, me tiemblan los labios, mis ojos se humedecen y no quisiera que se vaya nunca.
MAURICIO ROZAS VALZ
Lima 23 de Marzo de 2012
Hermoso. Y qué parecido tiene con su padre!!!! Gracias por compartir este texto =)
ResponderEliminarUn abrazo a la distancia Mauricio....realmente muy parecido a tu padre, que lindos recuerdos tienes ....hay que tener la sensibilidad necesaria ,para por un instante, comprender ese vívido recuerdo que has tenido a bien compartirnos.
ResponderEliminarQue parecido tan impresionante tienes con tu padre Mau!! Y que bellas palabras has escrito para expresar la admiracion, el respeto y el amor hacia él :) me hiciste imaginarlos de una manera muy clara pues tu forma de escribir es impresionante! Te mando un abrazo :) y gracias por compartirnos tu arte.
ResponderEliminarBesos!
Calittha
Querido sobrino, me emociona profundamente que recuerdes a tu padre, mi hermano, con tanta admiracion; y lo tengas siempre tan presente. Donde él se encuentre, seguro que estara orgulloso de ti.
EliminarDe principio a fin, impresionante la manera de captar en pocas lineas, toda una vida.(Rosa)
ResponderEliminarUn hombre tan especial, sólo pudo formar a un hombre muy especial, como tú, Mauri... Y él... claro que nunca se fue, porque ahora habita eternamente, en tu corazón de hijo amado y agradecido.
ResponderEliminarGracias Silvita.
EliminarGracias a todos.