Hace pocos días, se aprobó en
Brasil la penalización del maltrato animal. Es decir, a partir de la fecha:
tanto el deporte de matar animales por diversión (llamado también: cacería), como el sacrificio
de animales para consumo humano en forma cruel, incluyendo el abandono de mascotas y en general, todo aquello que
signifique atentar contra la dignidad de cualquier animal… será debidamente
sancionado de acuerdo al Código Penal de ese país. Es decir, más claramente: en
adelante, maltratar a un animal, será
delito en Brasil.
Esta es una gran noticia. El
hecho que un toda una potencia latinoamericana como Brasil, de el primer paso
en lo concerniente a toda una tendencia mundial que apunta a poner fin a la
impunidad de que gozaban los maltratadores de animales, resulta muy positivo;
sobre todo para quienes luchamos activamente contra todas las modalidades
existentes de maltrato animal que se dan en nuestros respectivos países.
Al respecto, es bueno tener claro
que no se trata de ser ‘muy buenos’ o ‘muy sensibles’ para que nos preocupe el
bienestar de las demás especies que cohabitan con nosotros en el planeta. Es
sólo sentido común. Es simplemente tomar conciencia que los humanos no somos
los únicos que sentimos nerviosismo, temor, pavor, dolor y miedo a la muerte;
que el hecho que existan especies carnívoras (como la humana) que tengan que
comerse unas a otras -en orden de una
escala natural de dominio- para sobrevivir, no justifica de ninguna manera que
los humanos nos sintamos con el derecho de disponer de la vida de las demás
especies por pura diversión, y que ese derecho incluya además toda clase de
maltrato.
También debemos tener claro que,
en el tema del maltrato animal, no interviene ninguna tendencia política ni sus
respectivos matices. Cuidado con la perorata distorsionadora y manipuladora de:
“Soy de izquierda y estoy a favor de la
naturaleza y de los más débiles y desprotegidos, por eso soy vegetariano,
hippie y naturalista. Los malos de los capitalistas liberales son los que comen
carne y están a favor del maltrato animal y del lado de los fuertes”. Ojo
que este discurso es totalmente falso. Nada tiene que ver la política, ni sus
tendencias, ni doctrinas y sucedáneos en esto. Es un tema de evolución, de
sentido común y de salud emocional… es todo. Tanto el medio-ambientalismo, como
el vegetarianismo, son posiciones muy
respetables, pero de ninguna manera constituyen ‘Conditio sine qua non’ para
estar en contra del maltrato animal.
El asunto es muy simple (y no es
maniqueísmo): ¿Estás en contra de toda forma de maltrato animal? Sí o No. No
hay más. Si tu respuesta es Sí, no eres más bueno que nadie. Simplemente no
tienes el alma retorcida, es todo.
Esperemos que pronto en el Perú
se presente una iniciativa similar que incluya absolutamente TODA forma de
maltrato animal; que sea aprobada sin mayores inconvenientes y no quieran pasar
de contrabando -con el falso argumento
del arte- a la barbarie taurina.
MAURICIO ROZAS VALZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario