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jueves, 17 de enero de 2013

ENTROPÍA






No estoy ahora en éste lugar. Algo pasa en mi mente que me asusta. Camino por un lugar y mis ojos ven otro camino. Escucho una voz y otra voz y no las entiendo. Mi mente escucha otras voces, entiende otras cosas. Mi voz no contesta, y si contesta se calla sin terminar. Respondo mentalmente preguntas imaginarias de seres imaginarios y en lugares imaginarios. Sólo tengo la pantalla y el teclado. No entiendo que pasa. Debo pararme de mi silla y el cuerpo no me obedece, mejor dicho, no quiere obedecer mis órdenes -sus órdenes o las órdenes-  no lo sé. Estoy aquí sentado. Debo pararme, salir, actuar, decidir, pero no quiero... quiero quedarme acá. Luego partir dejándolo todo, pasar a otra realidad. Quizás alguien me espera… quizás… creo, no lo sé. Que reviente todo, que se acabe todo. Debemos dejar que la entropía concluya su trabajo para comenzar de nuevo, si queremos, claro. Yo no sé si quiero empezar de nuevo, tal vez, no lo sé… aunque ¿cómo sería eso de empezar de nuevo? ¿No empieza todo cuando nacemos? Pero bueno, después de todo el mundo marcha como tiene que marchar y aún queda mucho café, muchas cervezas, whiskys y coca colas  en el planeta esperando por mí. Aún no leí los mejores libros ni escuché las más bellas melodías ni di los más apasionados besos. Pensándolo bien, sí, me pararé de la silla, haré lo que haya que hacer. Esta devoradora película ya se va tragando a miles de personajes, quiero ver quien sigue. 


MAURICIO ROZAS VALZ


2 comentarios:

  1. La inexorable segunda ley de la termodinámica accionando inmisericorde en el plano emocional, vivencial...

    Gustavo Rozas Valz.

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