Hay en el último día de cualquier capítulo siempre algo muy intenso y
ambivalente. Todos los finales nos dejan una marca imborrable en el espíritu;
nos dibujan una línea, ya sea con sangre o miel, que nos indica el inicio de
una nueva etapa, algunas veces llena de ilusión y esperanza y con una dosis de temor, y otras inicialmente desoladora y confusa,
pero con esperanza también.
Si el capitulo que se cerró fue doloroso, el último día será alegre y
emocionante, como por ejemplo: el último día en una prisión o en un hospital,
el final de un secuestro, el último día de clases en el colegio, o el día que
pagamos la ultima cuota de una deuda que nos quitaba el sueño. Pero si lo que termino fue pleno y nos
creamos muchas expectativas o simplemente nos habíamos acostumbrado; como
pueden ser: la muerte de un ser querido, el ultimo día en un empleo que
necesitábamos, o el final de un gran amor;
su día final será desolador y confuso, más aun si no lo esperábamos.
Y así, a medida que pasen los años, serán cada vez más los capítulos
cerrados, que al final conformaran todos, la gran novela de nuestra vida, a
veces triste, a veces feliz como todas
las novelas.
Cuanto más capítulos se vayan cerrando, su efecto en nosotros será cada
vez menor y erradamente pensaremos que nos hicimos mas fuertes, cuando
simplemente lo que sucedió fue que nos fuimos insensibilizando (no es lo mismo
fortalecerse que insensibilizarse),
nuestro corazón encalleció y dejamos en cada capítulo... algo de nosotros.
MAURICIO ROZAS VALZ
Tienes mucha razón Mauricio, el corazón se insensibiliza, el alma también y pensamos que se ha marchitado, que se ha endurecido y que ya no nos afecta nada. Y es cuando a veces pasa algo trágico en nosotros; perdemos la capacidad, algunos, de amar.
ResponderEliminarFelizmente no he perdido aún esa capacidad, mi estimado Joseph. Gracias por comentar.
EliminarLos finales son siempre tristes querido Mauricio pero prefuero pensar que siempre hay algo más allá de un mero final...
ResponderEliminarEso es muy natural, mi querida gringa. El ser humano se resiste a la idea de desaparecer totalmente. Gracias como siempre.
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