Fue un sábado primaveral: en
un bonito bus de turismo, viajaban Los Toribianitos, muy contentos ellos. Era
su día de campo. Al volante iba Paulo Coelho, quien muy sonriente les iba
narrando el paisaje, acompañando su discurso con sus frases pelotudas como 'sé
feliz, porque si no eres feliz, serás infeliz...' y así.
De pronto, divisaron a los lejos a un viajero parado a un lado de la carretera en pleno desierto, quien estiraba el brazo en clara señal de quien pide un aventón. Era un tipo de cabellos largos que llevaba una guitarra colgada en el hombro derecho. Paulo detuvo el bus para recogerlo... y sí, era Ricardo Arjona, quien explicó a Paulo que el problema no era problema, el problema era que nadie lo quería llevar.
Subió
al bus y Los Toribianitos lo aplaudieron muy contentos. Le pidieron algunas
canciones y él, apoyado en una de las butacas, sacó su guitarra del estuche y
se puso a cantar: 'mujeres, lo que nos pidan podemos, si no podemos no existe,
y si no existe lo inventamos por ustedes, mujeres…'. Los Toribianitos cantaban
con él muy entusiastas, aplaudiendo. Paulo también cantaba mientras conducía.
Todos viajaban muy contentos, intercalando las canciones de Ricardo Arjona con algunas citas de los libros de Paulo Coelho. De pronto entraron a una zona de curvas y los frenos de bus empezaron a fallar. Paulo intentaba controlar el volante hasta que, en una de las curvas, el bus salió de la pista y cayó a un abismo de 300 metros.
Murieron todos.
FIN
MAURICIO ROZAS VALZ
Francamente, a veces da ganas que las fantasías se vuelvan realidad. Hay cosas que son insoportables.
ResponderEliminarJajajaja. Gracias, Edgar.
Eliminar¡Excelente!, Mauri.
ResponderEliminarGracias, mi estimado Edú.
EliminarSolía pensar que estos seres eran los más detestables (escepto los toribianitos, que a pesar de ser inaudibles, no siento que tengan la culpa), y entonces apareció otro especimen, Tomás Angulo, que espero haya estado parado justo en el fondo del abismo cuando le cayó un bus.
ResponderEliminarPobre Tommy, al menos a él puedes eludirlo. El problema con Arjona y Los Toribianitos es que los escuchas en los restaurants, bares, taxis, centros comerciales y etc. Y la cara de pelotudo de Coelho te la tienes que soplar todos los días en las redes.
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