Ya pasada la comprensible
euforia y la celebración de la aprobación de la ley que tanto tiempo esperamos,
creo que es oportuno hacer una breve reflexión y dejar algunos puntos claros:
1.- Se ha dado un PRIMER
GRAN PASO, pero SE DEBE SEGUIR PRESIONANDO para que se den los siguientes:
reglamentación, promulgación y publicación en El Peruano para que entre en
vigencia. Este es trabajo del propio despacho del congresista Lescano y de las
agrupaciones animalistas para que sea a la brevedad.
2.- Sabemos que NO INCLUYE
muchas otras formas de maltrato animal, como las peleas de gallos o las
corridas de toros, entre otras (hay muchas modalidades y el trabajo es largo,
ya que cada modalidad de maltrato animal tiene sus propios defensores, quienes
manejan sus propios lobbys defendiendo sus oscuros intereses), pero POR ALGO SE
EMPIEZA.
3.- El mensaje de fondo que
hay que resaltar es que, la lucha contra el maltrato animal en el Perú, YA DEJÓ
DE SER UNA CAUSA ROMÁNTICA de unos cuantos soñadores, pues YA NO. A costa de
tanto hacer pleito, de tanta bulla y difusión que hemos hecho… ya nadie nos
mira de soslayo. Hemos logrado algo que hasta hace sólo cinco años era impensable
en el Perú: que la lucha contra el MALTRATO ANIMAL sea una DEMANDA SOCIAL. Ya
no hay agrupación política ni mesa de redacción de un medio de prensa en la que
este tema no esté en el tapete.
4.- Sirva la oportunidad
para identificar a los falsos animalistas, sí, a esos a los que la aprobación
de esta ley NO LES GUSTÓ, es más, NO PUDIERON DISIMULAR SU DESENCANTO criticándola
duramente. Para ellos, lo único importante son ellos mismos y LES MOLESTÓ QUE
SE APROBARA UNA LEY PRESENTADA POR OTRO y no la suya (si bien, sabemos que no
es completa, todos los que trabajamos en esto sabemos que es imposible una ley
completa, tenemos que avanzar una a la vez). Los tenemos identificados y
debemos DESENMASCARARLOS PÚBLICAMENTE. Pues algunos incluso han utilizado su
condición de personas públicas para sorprender a personajes mediáticos con su
cháchara infame y oportunista.
5.- Las ideologías o
doctrinas per se, no tienen nada de malo. Felizmente vivimos en una democracia
y es válido. Lo importante, al menos para mí, es ‘QUÉ PRIORIZAS’ en tu lucha.
Si en verdad eres un activista por los derechos de los animales, pues ésta
debería ser tu principal y única bandera, lo demás debería ser secundario. Uno
es libre de ser socialista radical o moderado, apolítico, liberal o neoliberal
o también zurrarse en todas los anteriores; puede, si le da la gana, confundir
a Fidel Castro con Moisés, a Mussolini con Condorito o a Lenin con Homero
Simpson… eso debería de ser secundario; primero están los animales (a quienes,
puedo asegurar, les importa un carajo la hoz y el martillo, el haz de flechas,
la cruz o la estrella de David).
6.- Finalmente, nos queda
claro que tenemos un gran reto y mucho por hacer, pero ya tenemos por dónde
comenzar. Dentro de poco tiempo, cuando ya entre esta ley en vigencia, podremos
ver detenidos, esposados, juzgados y sentenciados a todos esos monstruos que queman,
golpean, ahogan y hasta violan a indefensos animales. Hasta antes de esta ley
no podíamos más que denunciarlos por las redes, indignarnos y temblar de
impotencia. Ya no. Ya los animales no estarán tan desamparados.
Gracias congresista Lescano
y gracias a todos aquellos compañeros que participaron directa o indirectamente
en este importante avance.
-
… porque en la lucha animalista… ¡NADIE SE
CANSA!
MAURICIO ROZAS VALZ