Me recuerdo
en esta misma mesa
Hace diez, veinte y hasta casi cuarenta años
Yo bebo fanta y él café
Yo helado y él cigarrillo
Risotadas y bigotes
Voz sonora de fumador y olor a tabaco
Caminatas y periódicos
Él adulto y yo niño
Él maduro y yo joven
Él viejo y yo adulto
Hace diez, veinte y hasta casi cuarenta años
Yo bebo fanta y él café
Yo helado y él cigarrillo
Risotadas y bigotes
Voz sonora de fumador y olor a tabaco
Caminatas y periódicos
Él adulto y yo niño
Él maduro y yo joven
Él viejo y yo adulto
Seguimos caminando
Me pide que vaya despacio
Me toma del brazo y se apoya en mí
Sus piernas se doblan y me abraza para no caer
Sus brazos ceden, su cuello también
Su cuerpo cede, no resiste
Lo abrazo para que no caiga y me mira con pavor
Me pide ayuda y se me escurre entre los brazos
Lo demás es historia conocida
Llego a la mesa de siempre
Yo café con coca cola
Él nada porque ya no me acompaña
Yo adulto y ya sin él
MAURICIO ROZAS VALZ
Así es la vida, por definición pasajera entre el nacimiento y la extinción.
ResponderEliminarInterregno... gracias.
EliminarLa visita a lugares que alguna vez compartimos con un ser querido, ya no parecen ser los mismos, y por eso producen nostalgia.
ResponderEliminarMuy bien Mauricio,
Edgar
Muchas gracias, Edgar. Un abrazo.
EliminarNo necesito decir quien soy. Llegó tu poesia un domingo por la tarde justo cuando la necesitaba... Gracias. Nos vemos en el Haití
ResponderEliminarSé quién eres. Nos vemos en el Haití. Muchas gracias.
EliminarNo necesito decir quien soy. Llegó tu poesia un domingo por la tarde justo cuando la necesitaba... Gracias. Nos vemos en el Haití
ResponderEliminarNo necesito decir quien soy. Llegó tu poesia un domingo por la tarde justo cuando la necesitaba... Gracias. Nos vemos en el Haití
ResponderEliminarY ahí nos vimos.
EliminarY ahí nos vimos.
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